viernes, 25 de febrero de 2011

(Remover)


Me cuesta remover el café
cuando se llena de socavones.
Un terrón tras otro de ausencia
de alquitrán que pisar
y beber, y beber,
y después tragar.
No sirve de nada cambiar
al descafeinado y cuidarte
de usar sacarina.
La ciudad se mete en todas
mis bebidas negras sin importar
el color y las llena de huecos,
burbujas frías o calientes
que explotan camino
de mi estómago.
Yo puedo ser más
o menos consciente
de que ingiero toneladas
de ausencia al vacío.
Puedo notar más o menos
su acción
en la cabeza y el pecho.
Pero saberlo o no
quererlo saber
no cambia el trombo
de nadas que sigue
horadando mis venas.
Que va conquistándome en tazas
y vasos a niveles celulares.
Hasta verme como ahora
asiendo nada,
amando nada sin ver
lo que acampa en mis narices,
de nada agradecido
y sin poder

creer en nada.
Nada sale por mi boca
no obstante y a pesar
                           de todo,
de tanto engullir la ciudad
me ha asimilado.
En la masa que no dice más
que ponme otra taza más
de ese negro café,
sírveme otra copa más
de ese licor de olvido
con doble de mentiras.
Déjame una cuchara,
por favor, una pajita
o sin más con el dedo

me vale...
Para remover.




(No me podía resistir a poner esta imagen. Quiero una taza de esas)

8 comentarios:

  1. Es una imagen que le cabe al poema, sin dudas.

    A fuer de ingerir tanto vacío oscuro, nos depara un destino de sombras.
    Los versos te remueven el alma, che.
    Hay ciudades fagocitadoras, hay sistemas carnívoros, y aún así, no se sacian, y van por el espíritu.

    Un beso, José

    SIL

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  2. Con café, cortado, o descafeinado, o mejor carajillo de ron, me gustó mucho tu poema de hoy. Me sentí identificado con él.
    Un placer pasar por aquí

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  3. He leído tu poema varias veces, dándole vueltas. Me preparo un café y vuelvo a leerte, porque me has revomido por completo. Genial.

    Besos

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  4. Cada día nos tragamos tantos nada, que nos estamos llenando de vacío.

    Muy buen poema.

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  5. Qué tristeza me produjo este poema.
    Estamos llenos de soledades y vacíos, y al removerlos, nos parece que vana dejar de ser lo que son.
    Un abrazo.

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  6. El vacío lo ocupa todo, aunque no seamos conscientes de ello...
    Tú lo has notado en las bebidas oscuras, pero lo podemos percibir en las miradas, en las palabras que no se oyen, en las manos que no acarician, no sujetan, no aman... En los ojos que no miran!

    Muy buena la reflexión que encierra el poema.

    Un beso!
    ;)

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  7. La taza de café que acompaña este frío día cambio su sabor al caer en cuenta del vacío y el calor ironico que lo acompañan... Aún asi adiciono más azúcar, quizás luego sepa dulce

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