sábado, 20 de agosto de 2011

(Credo)



Yo creo en el despiste de mis pies,
en la capacidad de encuentro de mis manos,
en tu sonrisa dulce cuando no la espero,
en la fuerza del torrente que me miras.
Vamos que fundamentalmente
no creo en nada
que no me dé de bruces en la tierra,
que no me tizne el rostro del esfuerzo,
que no me arrastre en el fango triste
de la vida.
Porque a pesar de que quisiera
enfangarme de nubes,
revolcarme en los jardines prometidos
del cielo,
sólo tengo fe en mi padre de carne,
en la madre que sangrando
me dio la vida,
en los besos y abrazos
que me queden por dar,
y en la corte de gusanos 
hambrientos
que me esperan.
Amén.


4 comentarios:

  1. De bruces en la tierra pero enfangados de nubes. Amén. Un abrazo.

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  2. También se puede creer en los imposibles, no?.

    Tal vez... por qué no?...

    Un gran poema, me encanta ese toquecito, de ironía?...

    Muxusmilla, Jose.

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  3. Muy buen poema José. Uno cree en lo que quiere creer. Y aquí, juega el poder de la imaginación.
    Lo importante es estar convencido de ello. Los importante es saber que esa creencia orienta el camino de nuestras vidas.

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  4. Tu fe es inmensa.
    Y mueve montañas... como este poema.

    Un placer, José.

    Beso


    SIL

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