lunes, 29 de noviembre de 2010

(Criogenia)


Ponerme en conserva
entre sardina y sardina,
con oleos sagrados
o tomate frito.
Que ninguno de los nombres
figure en la lata,
y nos revivan la noche
que resucite Walt Disney.
Será como ponerse de nuevo de parto:
avanzar entre secreciones
de E-350 he sido niño.
Mi mamá estará muerta
y tu mamá también podremos
ponerle apellidos extraños 

a las cosas.
Nos darán un oficio.
O quizá siga todo igual
que hasta ahora las ubres
de las vacas consumidas,
la entepierna del campo
sobrexplotada y seca,
el mar escupiendo sorbos de listerine.
Quizá sólo podamos estar en museos.
Expuestos como fósiles confiados.
Con cartelito informativo anexo
que plausiblemente explique nuestra historia,
para asombro de generaciones
de celadores y freaks.
Expuestos justo debajo
del tyrannosaurus rex,
a la izquierda de la ballena corcovada,
nuestros huesos perdurarán
en su funda metálica,
observando inmóviles 

cómo vuestros huesos 
corren sin parar
y se consumen.
Cómo os llega la noche inquebrantable.



miércoles, 24 de noviembre de 2010

(Vértigo)


Uno de los blogs que sigo habitualmente, Crítica poética y contracrítica, convocó en septiembre un concurso de poesía cuyas bases podéis ver aquí. Decidí participar con el poema que reproduzco a continuación y que titula esta entrada:


¿Y mis manos?
En algún lugar
tienen que estar mis manos.
En mitad de la vorágine,
cayendo,
los ojos no me servían,
el cuerpo viejo no me servía incluso
podía no servirme el sexo,
el que fuera.
Qué manía con etiquetar
entrepiernas y ponerles nombres.
Pero ¡las manos!
¿Dónde fueron a parar mis queridas?
Recuerdo el tirón,
suave al principio,
más una intuición que otra cosa
unida a un cordel.
Y después la certeza
ya no había quien parara el remolino.
Y aquí estoy ahora no sé
ni cuándo ni dónde
sé que estoy, nada más.
Noto mi consciencia pero…
¿y mis manos?
¿Cómo me reconoceré sin ellas?

 

En esta web podéis leer y comentar el resto de poemas que se presentan (muchos y muy buenos) . 

Terminado el autobombo quiero darle las gracias a Anna Rossell ya que este poema surgió a partir de mi aportación a una iniciativa suya para escribir un pequeño cuento colaborativo entre los visitantes de su blog. Toda mi admiración, cariño y respeto para ella.



lunes, 22 de noviembre de 2010

(Haiku luciérnaga)


La noche enciende   
tu corazón me alumbra.
Lago de amores.



viernes, 19 de noviembre de 2010

(Pregunta)


¿Y cómo sería todo
si por un momento,
dejáramos de hablar,
de pensar,
de vivir…
anclados en el pasado;
y empezáramos a vivir,
a pensar,
a hablar…
del futuro?



miércoles, 17 de noviembre de 2010

(Haiku a tu lado)


El de hoy es para ti.

Mirar tus ojos,
compartir lo que callan
y lo que sienten.



lunes, 15 de noviembre de 2010

(Hombres)


Un poeta no debería
ser mercader de flores,
no debería
poner un chiringuito
a costa
de los pájaros de la playa.
Un poeta debería
ser poeta soltero,
pero pasa también
que los poetas
son hombres.



sábado, 13 de noviembre de 2010

(Haiku del contable)


Uno y dos…nada.
Tres y cuatro…depende.
¿Cuál es mi parte?



jueves, 11 de noviembre de 2010

(Gente Misteriosa)


Como no admiran al principio
nunca ves venir un grito inglés.
La frase comienza normal,
pausada, suave,
(esto en gran medida
depende del individuo)
y hasta el último momento
no sabes
si simplemente enuncian,
o realmente preguntan o
te están increpando.
Qué pesadilla hablar,
vivir sin saber
lo que estás diciendo.



Por aclarar: la alusión al inglés en mis poemas es anecdótica. Son la excusa, en ningún caso una opinión. Al contrario, por mal que lo hable, me encanta el inglés.


martes, 9 de noviembre de 2010

sábado, 6 de noviembre de 2010

(Vidas digitales)


Me rompo una uña y
lo pío, lo gorjeo,
lo pongo en amarillo y
letras grandes.
Como no me convence
la difusión de la historia,
me retrato la cara
para captar la sorpresa y
empapelo el muro en
el que vivo.
Finalmente envío a
mensajeros electrónicos,
con misivas cortas
para todos mis contactos,
haciéndoles saber que estoy bien.
No ha sido nada.
Más tarde, revisando el suceso
detenidamente,
redacto un review exhaustivo
en mi blog especializado.
¡Qué experiencia!
¡Qué maravilla!
Sentirse digitalizado y suave,
sin la continuidad mortal
de lo analógico. ¡Qué placer!
Saberse nivelado y seguro
frente a picos de la vida.
Soy alguien solo
cuando estoy en Internet.
Fuera, sí,
seré una persona
más con sus quehaceres,
lágrimas, escapismos
y medias verdades.
Solamente otra amalgama
de “trantranes” y “runrunes”…
Pero aquí…
Ufff, mírame.
Aquí soy alguien.



jueves, 4 de noviembre de 2010

martes, 2 de noviembre de 2010

(Sin tiempo)


Cuando no tengo tiempo,
y  mira que no me gusta
caer en los tópicos,
salgo con permiso a la calle y
compro y compro y
compro relojes.
Cuando ya no me queda sitio
en las paredes 

ni en los brazos
salgo de nuevo a la calle
para alquilar martillos.
Y rompo. Y caigo.
Me los conozco todos.
Por eso si no tengo más
tiempo que el que me dan
las nubes,
la bruma, el sol,
la tarde y las tormentas
son sólo eventos
previamente programados.
Sólo me queda  el hueco
entre las seis y las siete,
entre el segundo que  aprendo,
el tercero que olvido y
el cuarto que enseño,
el quicio de esa micra ocupada
que se distrajo una rendija
de lanzamiento, un intersticio:
el instante ajustado
para plantar la cuña.
El resto aquí está es
un poema sin tiempo,
triste y manco de ambas manos,
muñecas amordazadas
para el resto de sus días.