jueves, 15 de marzo de 2012

(Muebles)


Comen sobre nosotros nos abren
nos entrecierran
las más de las veces 
un cierto resquicio de luz 
nos ilumina  
la cara salimos
cubiertos de polvo
a nuestra calle
nos lo sacuden bien
volvemos adentro sin cerrar
la puerta del todo sin terminar 
de abrirnos las venas
por nuestra causa.
Por nuestra propia causa
nos hemos subcontratado 
y no alcanzamos a ser
más que individuos.
Por ninguna causa
que no sea ya
nunca más
la nuestra.
No brotan listones
sólo se paren gubias
que me decrecen.
Me tallan y me moldean 
¡barniz! 
¡imprimación selladora!
¡betún! ¡betún y
tinte lacado!
He quedado perfecto para lucir 
la vajilla de porcelana
en el comedor,
para pararme junto al gabán
y la mesilla de noche. 


miércoles, 7 de marzo de 2012

(En la ventana)


Leer apoyado en la ventana,
mientras el frío se adhiere al pecho
por el escote en picado
de tu pijama rojo.


Leer versos de paz
mientras se expulsa el humo,
con ese aroma a café que sube
cuando ya estoy listo.


Leer mientras escucho
la llamada -quizá en rumano-,
de los obreros que apuntalan
mi edificio.


Recuperarte de entre las hojas,
salvarte del mar de grietas
que nos abrimos. Saber,
que tus pies estarán suaves
cuando den las ocho,
que caerán los planetas
en algún momento,
y no habrá andamio ni forja
que los soporte.


Son ejercicios vanos
ya dije leer poemas
en la ventana,
recuperar tu voz,
abrir las condenas,
afianzar los muros fútiles
de nuestro idioma.
Saber que inexorable,
debajo de mí,
la mañana silenciosa
se derrumba.