Después de casi un año sin publicar nada aquí creo que ya es momento de cerrar este capítulo.
No se acaba, no, en absoluto, continúo en otra forma y distinta piel, pero el fondo es el mismo.
Esto no se acaba porque la poesía nunca se acaba.
Sólo es un hasta luego.
Gracias a todos los que en algún momento habéis pasado por aquí.
Os espero, si os apetece, en mi nueva casa.
No sé si este diario fue un buen o un mal ejercicio de poesía, pero sé que disfruté mucho haciéndolo. Me voy a explorar nuevos mundos. Espero encontraros en alguno de ellos.
Abrazos.