lunes, 22 de abril de 2013

(Sin que me importe)



Llenar a oscuras
la botella de agua.
Tender la hierba y esperar
a que crezca y se seque.
Rebuscar en mi huella un pasado
que te recuerde o no.
Un hilo del que tejer
tu imagen emboscada,
como un gato anodino,
taciturno y displicente.
Sostener el cigarro de tus palabras
e interrogarme.
Preguntarle al humo el nombre
de los sonidos que arden.
Concluir con la mentira
del filósofo que sentencia
y nadie sangra.
Pasarme con descuido
el plumero por  los ojos,
poner a ondear las sábanas,
colocar mis desiertos
en perfecto desorden.
Dejar en el vaso tus besos
para fregarlos mañana.
Irme al trabajo sin pensar 
en la nueva arruga que ayer
se estrenó en tus ojos.
Recoger del buzón las cartas
que voy a escribirme
cuando te marches.
Ser feliz sin miedo 
al abrigo o la manga corta.
Ser feliz 
sin que me importe.



martes, 16 de abril de 2013

(Acuerdo)



La primavera acude puntual
a firmar tus venas.
Su tinta de polen fluye
por los estambres 
estilográficos.
Su nombre se inscribe a fuego
en la pared de tus vasos.
Su dulce apellido cambiante 
y rubio y torneado.
Su apellido cruel que quema
y te tatúa por dentro.
No gana ninguna medalla
tu sangre velocista,
que esprinta y florece
y estalla
en el pecho asmático.
El pecho azul que desconoce
cualquier jurisprudencia.
Es siempre inmutable recién
salido de tus ojos
el mismo acuerdo. 
Las partes iguales.
La misma letra.
Ella podrá profanar tu cuerpo
hacerlo campo, surco,
parcela urbanizable
aparcamiento.
Ella podrá residirte y trastocarte,
obrar en ti el milagro
de la vida que consume.
Y tú sólo podrás resistirte
y fracasar en el amago, 
con voluntad flaqueante
y renuncia a sabiendas.
Sólo podrás estirar la mano
y recoger la flor.
Deshojar tu sangre
y estampar el sello.
Divagar y beber 
de su fuente a borbotones.
Esperar que esta fiebre de vida
no sea demasiada.
Que tu músculo y tu mente
la soporten.
Que el trayecto restante sea 
tregua traqueteo
convaleciente.
Y un año más te permita
redactar
- la mano goteando,
el delirio presto -
la entrega pactada al calor
que despierta y rebulle.
La letra que solo
su nuevo rostro
sabrá decir.
El acuerdo...