Definitivamente, legados: el mensaje y el haiku que lo transmiten. Joyas para quedar en el sentimiento y en la memoria. Y la imagen que lo ilustra, insustituible. Reitero que de "malo", no tienes nada. Abrazo.
Hola. Un haiku encantador, muy cierto, somos herencia física, emocional y de principios de nuestros antecesores...y la foto es muy graciosa. Me gusta. Besos
Tengo cuatro hijos.
ResponderEliminarLos más chicos apenas caminan.
He llorado con este haiku.
Gracias.
Un abrazo inmenso
SIL
En tres versos dices tanto y lo expresas TAN BIEN que mi admiración crece y crece.
ResponderEliminarBesos enormes, Jose,
Definitivamente, legados: el mensaje y el haiku que lo transmiten. Joyas para quedar en el sentimiento y en la memoria. Y la imagen que lo ilustra, insustituible. Reitero que de "malo", no tienes nada. Abrazo.
ResponderEliminarHola. Un haiku encantador, muy cierto, somos herencia física, emocional y de principios de nuestros antecesores...y la foto es muy graciosa. Me gusta.
ResponderEliminarBesos
A mí también me ha encantado este haiku, es tan tierno y tan profundo!
ResponderEliminarPlas plas plas!
Un abrazote!
Si que hace pensar. El legado es lo que conseguimos y lo que no alcanzamos. Pobres hijos. Un abrazo
ResponderEliminarMadre de tres hijas, me han parecido unas palabras conmovedoras. Saber que mi legado no es sólo lo que hice sino aquello que dejé de hacer...
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermoso. Y todo un tratado...
ResponderEliminarEnhorabuena.
Pues como dice Socorro, es todo un tratado en tres versos. Precioso.
ResponderEliminarCuando la huella es profunda,
ResponderEliminarse regenera en cada surco la pisada del amor.
Un abraciño.