martes, 19 de julio de 2011

(Supervivencia)


No me persigue el guepardo.
No me embosca la pantera
entre las flores nocturnas.
No hay serpientes que se enrosquen
a las patas de mi cama.
Al abrevarme no me preocupan
los cocodrilos que parecen troncos.
Sólo me inquieta el brillo
de esa mirada tuya,
que me incita a incinerar
en la hoguera de esta noche,
todas las sensateces, 
cautelas recomendadas,
y lanzar al río grande
los macutos y aparejos,
las normas fundamentales
de supervivencia.


7 comentarios:

  1. No hay normas fundamentales de supervivencia que puedan desplegarse y den resultado.
    Nada es más acechante y peligroso que la mirada de una mujer.


    Un beso, José.


    SIL

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  2. Son unos versos magistrales, José.
    Felicidades.
    Amar siempre es arriesgarse.
    Un aaaabrazo grande.

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  3. Cierras los ojos y ellos te persiguen, hermosa sensación...supervivencia...igual puedes mirarte hasta en ellos...porque no?

    Me encantaron los versos.

    Muaks.

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  4. Desprendidxs de toda sensatez, cambiamos miedos por alas, inseguridades por amor.

    Un abrazo.

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  5. Hay almas que hipnotizan y nos desvanecen poco a poco entre el tiempo, los sueños y la realidad

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  6. Solo el amor nos hace olvidar la sensatez y la cordura.

    Pero, viva la locura...

    Muy buen poema.

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  7. El terror lo reservamos para aquello que hace que nos atemoricemos de nosotros mismos. Un gran abrazo.

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