Aquí vendrán a vivir mis palabras, que de vez en cuando y con suerte, se harán poema.
lunes, 31 de octubre de 2011
(Sacudida)
Sometido el cuerpo viejo
a altas tracciones,
que sacuden nuestras tripas
ordenadas,
comenzamos a entender
con las orejas,
a observar con claridad
los pies del suelo
con que pisamos,
y en ese momento dulce
de “descábala” urbanística,
en ese insano instante
comprendemos,
y nos asalta la vida la bolsa
apremia a vaciarse.
Corremos hacia la muerte
para que no nos pille
de sorpresa,
sentados en la desidia
acaudalada y miope,
saltamos desde el vacío
que con esfuerzo
nos hemos socavado,
hacia la tierra firme
que somos
en mitad del océano,
y aunque el cuerpo que espera
no sea ya
el de aquellos entonces,
el abrazo que nos propina es
bocanada de hogar, bofetada
gravitatoria.
Sometido el cuerpo de siempre
a altas tracciones,
mareado y sin norte y quizás
las tuercas fuera de sitio,
volvemos a ser seguramente
otros no
los que conocimos,
mas con la cierta intuición
de saber
accionar los resortes,
de conocer las piezas que sobran
y las que no por su nombre,
la esquina rota de una foto mapa
que nos permita recordarnos,
el hilo con que empezar a tejernos
un puzle mejor
tras la sacudida.
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En fin, ese tesoro invaluable que sólo tenemos al ¨haber vivido¨.
ResponderEliminarUn beso grande, José.
SIL
Caminamos siempre tan desvirtuados y torcidos, que sólo cuando nuestro alrededor se tuerce, nos damos cuenta de que algo está desequilibrado. Quizá todo.
ResponderEliminarMuy hermoso poema.
Besos
Jose, bellisimos poemas !todos hermosos!
ResponderEliminarfelicidades.
Maria del Mar, desde Cuba
¡Bonita reflexión!
ResponderEliminarLa vida es una sucesión de sacudidas.
Nosotros supervivientes audaces hasta el último de nuestros días.
Un saludo.