Aquí vendrán a vivir mis palabras, que de vez en cuando y con suerte, se harán poema.
domingo, 4 de diciembre de 2011
(Supuesto)
Suponga usted que sabe lo que dice.
Que sus labios se mojaron alguna vez
con la verdad.
Que sus dedos persistieron
la caricia no volátil.
Que la venda de sus ojos no tiene
pantallas por dentro.
Suponga.
Suponga que este problema importa.
Que la voz alzada puede
cambiar el curso.
Que el curso no es un descenso
por la garganta.
Que el mar existe y es suyo
la sal no escuece es
un mar abierto.
Respire…
Suponga hondo.
Suponga
que no se va
a morir mañana.
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Voy a tratar.
ResponderEliminarPero temo que me dé demasiado vértigo, José.
Bueno, pero voy a tratar de ser valiente y suponerlo.
Beso grande- genial poema-
SIL
claro que la voz alzada puede cambiar el curso...mucho más si se moja con la verdad. Saludos
ResponderEliminarMe ha encantado. Yo me veo retratada desde el principio: "Suponga usted que sabe lo que dice"... pues a mí me cuesta entenderme. Y el último verso me mata. Muy bueno.
ResponderEliminarBesos
Un estupendo poema.
ResponderEliminarNená