martes, 26 de octubre de 2010

(Carrera)


Recorrer el pasillo
con el techo de madera temblorosa
a punto de soterrar tu cabeza.
Recorrerlo decidido en busca
de lo que ves allá al fondo.
Tu vida.
Los espectadores encogen
el culo en la silla.
Piensan para sí ¡está loco!,
¿cómo se arriesga?
Pero siguen mirando
a ver si lo consigues.
Los primeros metros
con las manos en la cara,
luego las van retirando,
primero un dedo,
después otro.
Cuando faltan pocos metros
todos gritan
de pie enfervorecidos.
Unos alentándote a ti,
otros  a la muerte,
todos entregados.
Si el techo se desploma
sobre ti y te deja el ánimo
maltrecho,
unos respiran aliviados,
los que nunca creyeron.
Y los demás te miran
con desprecio,
decepcionados.
A la gente no le gusta
que les hagas creer
para nada.
Ya es difícil alcanzar
la indiferencia
para que luego vengan 

impostores
a derrumbárnosla.



10 comentarios:

  1. Eso es la vida, un continuo riesgo, una carrera de obstáculos que vas esquivando a veces, y que te golpean con fuerza , otras. Y te levantas, te sacudes el polvo y sigues avanzando entre las ruinas para seguir construyendo LA VIDA, nuestra vida.
    ¿Qué habrá allí, al fondo del pasillo?

    Un abrazo.

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  2. mmmm...pasará, pasará...esto de las carreras termina siendo un paseo, ya lo verás.
    Mientras, sirve para escribir poemas maravillosos, POETA SUBLIME!!!

    Besossssssssssssssss

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  3. La vida es eso, una carrera hacia un sueño, hacia una meta, que debes seguir ajeno a espectadores y a obstáculos.

    Muxus.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. La realidad siempre derrumba lo incierto...

    Besiño.

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  6. Siempre hay opiniones para todo y nunca están conformes todos; moraleja: haz lo que creas tú.
    Y desde luego, correr hacia la luz y hacia la vida es lo que haría yo. Luchar, SIEMPRE.
    me gustó mucho este poema.
    Un abrazo.

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  7. Al final de la carrera, habrá siempre escombros. Es inevitable. Sobre todo si los escombros somos nostros mismos y nuestros sueños. Abrazo grande, José. Hoy estuviste filosófico y reflexivo; yo diría que un pelín decepcionado. Ya vendrán tiempos mejores, aunque la carrera no se detiene nunca.

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  8. Excelente trabajo. Escribo breve. Vengo esquivando un ladrillo. Saludos

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  9. La carga de ironía del poema supera a la supuesta decepción que encierra.
    Es difícil alcanzar la indiferencia, pero esa invasión de impostores tan cruda, nos lo hace tarea cada vez más fácil.

    Excelente, Poeta-

    BESO INMENSO


    SIL

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  10. La vida es así, un poco de morbo, un poco de poesía. Me mirará, no me mirará. Me dirá algo. Pasará de mí. Y alguno se lanza sin pensárselo y te escribe un poema. Eso sí, a mí la indeferencia no eh!
    Besos

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