¿Y cómo sería todo
si por un momento,
dejáramos de hablar,
de pensar,
de vivir…
anclados en el pasado;
y empezáramos a vivir,
a pensar,
a hablar…
del futuro?
Estaríamos desestructurados, desanclados y sin cimientos. El pasado es la base para construir el futuro y nunca, nunca, nunca se ha de menospreciar. Forja nuestra personalidad y hace que avancemos libres con nuestra/as historia/as.
Y, sí, me mojo. Hablo del corazón y hablo de política.
Buena reflexión, pienso que la mejor manera de averiguarlo sería llevando a cabo tal propuesta, así llegarías a la respuesta. Aunque me arriesgo a augurar que a buen puerto, seguro.
Desdoble de columnas vertebrales rasgadas de cansancio, la mano en la quijada, hueco en los huesos; pasearía el futuro mientras cerramos los ojos, seguro nos muerde la lengua y hace trozos invisibles el pensamiento. Yo no quiero pensar, preguntar, ni responder... Besos
Inteligente reflexión y muy buena pregunta. Yo creo que al ritmo que va la humanidad, llegará un momento en el que vendan en la farmacia cápsulas para borrar el pasado, y encima ecribirá en el prospecto "sin efectos secundarios" Besos
Y aquí va mi opinión. El pasado es importante, por supuesto. Somos quienes somos hoy gracias en parte a lo que fuimos ayer. Hay que tener en cuenta de donde venimos. Ahora bien. Cuando el pasado no es una base sobre la que construir sino una muralla levantada, un pedestal del que nadie se baja, un foso tras el que refugiarse, entonces pierde todo su valor. La historia reciente de este país es la que es. Pero se hace de ella una excusa para continuar la confrontación. Para mí ese es el quid de la cuestión. Todo el tiempo que pasemos hablando del pasado, centrados en el pasado, violentados y manipulados por el uso que se hace de ese pasado, es tiempo que se pierde para construir el futuro. Y los cimientos del futuro se ponen AHORA, en el presente. Perdón por la parrafada. Muchas gracias a todos por participar.
El pasado, como categoría temporal tangible y documentable, es lo único que tenemos para corroborar nuestro paso por esta realidad. El presente se convierte instantánea y simultáneamente en pasado y el futuro, como tal, no existe: es una aproximación inmediata del presente proyectada y decidida desde el pasado, por voluntad propia o no. Pero queda entonces, de nosotros (y para conciliar las posiciones tuya y de Amelia, por ejemplo) hacer una elección consciente de qué experiencias y herramientas del pasado debemos y queremos emplear en la construcción de nuestro futuro personal y cuáles debemos poner al servicio en la construcción de un futuro colectivo. Ahí está el nudo del problema: cada cual traerá su individualidad, sus experiencias y las cargas emocionales que estas traigan consigo. Por eso progresamos lenta, circularmente y el futuro presenta tantas proyecciones y caras posibles. Ahora soy yo quien pide disculpas por la diatriba, pero es tema apasionante y válido. Mañana colgaré un poema que más o menos trata de lo mismo, pero desde diferente ángulo y con diferentes recursos. Este poema tuyo, José, es una joya filosófica. Abrazos
Pues en principio creo que sería un mundo cargado de esperanza, pero como solemos ser repetitivos hasta la saciedad seguro que volviamos a cometer los mismos errores de siempre,pero sin siquiera ser conscientes de ellos...........En realidad siempre he pensado que somos la suma de nuestros recuerdos junto a nuestros deseos futuros, en definitiva un presente lleno de lastre pero ilusionante, al menos así quiero yo verlo.
Me ha gustado lo que he visto por aquí amigo, repetiré la visita si te parece bien.
No sé, no estoy segura.
ResponderEliminarCreo que tu propuesta nos obligaría a transitar el presente, libres de lastre.
Muy bueno, Buen Poeta.
Beso, José
SIL
Estaríamos desestructurados, desanclados y sin cimientos.
ResponderEliminarEl pasado es la base para construir el futuro y nunca, nunca, nunca se ha de menospreciar.
Forja nuestra personalidad y hace que avancemos libres con nuestra/as historia/as.
Y, sí, me mojo. Hablo del corazón y hablo de política.
Un beso enorme, poeta maravilloso!!!
Sinceramente, creo que, aunque el futuro es realmente lo importante, sin el pasado estaríamos muertos.
ResponderEliminarUn abrazo.
y si por un momento disfrutaramos tan solo del presente? sin más
ResponderEliminarBuena reflexión, pienso que la mejor manera de averiguarlo sería llevando a cabo tal propuesta, así llegarías a la respuesta. Aunque me arriesgo a augurar que a buen puerto, seguro.
ResponderEliminarEncantado de leerte.
Genís
Desdoble de columnas vertebrales rasgadas de cansancio, la mano en la quijada, hueco en los huesos; pasearía el futuro mientras cerramos los ojos, seguro nos muerde la lengua y hace trozos invisibles el pensamiento. Yo no quiero pensar, preguntar, ni responder...
ResponderEliminarBesos
Lu. La Insoportable
Inteligente reflexión y muy buena pregunta. Yo creo que al ritmo que va la humanidad, llegará un momento en el que vendan en la farmacia cápsulas para borrar el pasado, y encima ecribirá en el prospecto "sin efectos secundarios"
ResponderEliminarBesos
Y aquí va mi opinión.
ResponderEliminarEl pasado es importante, por supuesto. Somos quienes somos hoy gracias en parte a lo que fuimos ayer. Hay que tener en cuenta de donde venimos. Ahora bien. Cuando el pasado no es una base sobre la que construir sino una muralla levantada, un pedestal del que nadie se baja, un foso tras el que refugiarse, entonces pierde todo su valor. La historia reciente de este país es la que es. Pero se hace de ella una excusa para continuar la confrontación. Para mí ese es el quid de la cuestión. Todo el tiempo que pasemos hablando del pasado, centrados en el pasado, violentados y manipulados por el uso que se hace de ese pasado, es tiempo que se pierde para construir el futuro. Y los cimientos del futuro se ponen AHORA, en el presente. Perdón por la parrafada. Muchas gracias a todos por participar.
El pasado, como categoría temporal tangible y documentable, es lo único que tenemos para corroborar nuestro paso por esta realidad. El presente se convierte instantánea y simultáneamente en pasado y el futuro, como tal, no existe: es una aproximación inmediata del presente proyectada y decidida desde el pasado, por voluntad propia o no. Pero queda entonces, de nosotros (y para conciliar las posiciones tuya y de Amelia, por ejemplo) hacer una elección consciente de qué experiencias y herramientas del pasado debemos y queremos emplear en la construcción de nuestro futuro personal y cuáles debemos poner al servicio en la construcción de un futuro colectivo. Ahí está el nudo del problema: cada cual traerá su individualidad, sus experiencias y las cargas emocionales que estas traigan consigo. Por eso progresamos lenta, circularmente y el futuro presenta tantas proyecciones y caras posibles. Ahora soy yo quien pide disculpas por la diatriba, pero es tema apasionante y válido. Mañana colgaré un poema que más o menos trata de lo mismo, pero desde diferente ángulo y con diferentes recursos. Este poema tuyo, José, es una joya filosófica. Abrazos
ResponderEliminarSimplemente genial!
ResponderEliminarMuy buen poeta, besos!
Pues en principio creo que sería un mundo cargado de esperanza, pero como solemos ser repetitivos hasta la saciedad seguro que volviamos a cometer los mismos errores de siempre,pero sin siquiera ser conscientes de ellos...........En realidad siempre he pensado que somos la suma de nuestros recuerdos junto a nuestros deseos futuros, en definitiva un presente lleno de lastre pero ilusionante, al menos así quiero yo verlo.
ResponderEliminarMe ha gustado lo que he visto por aquí amigo, repetiré la visita si te parece bien.
Saludos.