El aluminio vetea en tu piel
con cuidado.
Te lavas el cuerpo, frotas,
con gel de sangre.
No ingieres nada que incite
a pensar en tierra,
agua o animales.
Los zapatos te quedan preciosos.
Acabarás ahogado
en el carmín
que con tanto ahínco
besas,
en los ungüentos que aplicas
y extiendes con fe,
desde los pies
a la cara.
Preguntándote la causa
inútil
de tanto sufrimiento.
Frotar la piel con gel de sangre...
ResponderEliminarCuánta verdad, cuánta imagen impactante en este poema !!!
El sufrimiento de nada sirve, el punto es que no nos hacemos la pregunta.
Quizás, José, porque la respuesta es que contra el tiempo no hay batalla posible, salvo la que se libra con el espíritu.
Beso grande
SIL
Yo sólo pienso en ingerir algo que incite a tierra, agua o animales. Nunca me he comprado una barra de carmín y dicen mis amigos que estoy estupenda. Qué es el tiempo? Toda la razón en tus versos.
ResponderEliminarBesos
"La causa inútil de tanto sufrimiento". Déjame pensar en tierra, agua o animales.
ResponderEliminarUn abrazo
Una cruda imagen ilustrada en texto
ResponderEliminarQué bella forma de expresar lo que nosotros, los deficientes de las palabras, diríamos con un simple: ¡Basta ya de cremas que no se te puede ni tocar!
ResponderEliminarUn gusto pasar por aquí, no puedo hacerlo con la continuidad que querría, pero nunca me voy decepcionado.
Un abrazo, José.
Humberto.
Me ha encantado la forma de describir, el tiempo en una persona. Me ha gustado lo qu aquí he leído, aquí me quedo. Ya tienes una fiel seguidora, que siempre que pueda, se hará presa de tus palabras.
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