Aquí vendrán a vivir mis palabras, que de vez en cuando y con suerte, se harán poema.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoDSOks1iIJ0_LryfI7OEjYEz7fJCzRezFgV5yQcclyJZOKwLmH8ZesHBAXVZZDobse7ikJnyDhDXPs_8HyRKe0BHGsoYfLY51Gja2aBStJhRjrK2vDgzyHVojRp03AFoBsmp5a_f8A7A/s1600-r/images2.jpeg)
lunes, 22 de agosto de 2011
(Francés)
Yo quiero ser francés
y no mi carne,
decir rodeado de nubes
y despaciosamente, con la lengua
en posiciones inimaginables,
para mi boca latina
y mi semblante de enero.
Decir y no necesitar
jamás decirlo,
despreocupar mi barba
y patrocinar mis ojos,
que mis manos sean
nunca
tiernas, fuertes, generosas.
Que no necesite soñar,
ni pensar,
ni preguntarte.
Y ser francés sobre todo
y sobre todas las carnes
exiguas,
que no sean la mía.
Y no necesitar
escribir ni beber.
Y no necesitar.
Ni decírtelo nunca.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Bello poema
ResponderEliminarMe encantó el último verso.
ResponderEliminarSe puede ser bohemio sin ser francés y sin vivir en el boulevar Sant Michel...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Qué bien suena ¨no necesitar¨de tantas cosas.
ResponderEliminarLa Bohemia era jugar, te vi, te amé...
Precioso. Lo leí con música de fondo y todo.
Y el toque salpimentado de distinción de tu exquisita ironía.
Beso, José.
SIL