Aquí vendrán a vivir mis palabras, que de vez en cuando y con suerte, se harán poema.
lunes, 15 de agosto de 2011
(Fábula de los mercados)
El fruto le dijo al árbol
aquella mañana,
alzando sus ojos de fruto
caído en la tierra:
“me debes el aire que ondea
a la tarde en tus hojas,
la tibia sopa de letras
que nutren tu cuerpo,
la raigambre pavimentada
que te mantiene erguido.
La vida con la que vives.
La vida me debes”.
Y el árbol que pese a todo
su tronco de árbol,
padecía de corteza gastada
y hueca por dentro,
fluctuó bamboleándose
como un gigante herido,
y colapsó
con pavoroso estruendo
sobre su fruto privado.
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IMPRESIONANTE, Jose.
ResponderEliminarMe has dejado sin respiración.
Un beso enorme, querido amigo!!!
Coincido con Amelia.
ResponderEliminarLa analogía es perfecta.
Un beso grande, José.
SIL
Mención Honorífica para este poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
=)
Me gustan tus letras, me quedo viendo tu blog.
ResponderEliminarTanta unanimidad me abruma :P, gracias Ame, Laura, Sil. Son de estas cosas que caen por su propio peso.
ResponderEliminarMaría, bienvenida, espero que lo disfrutes.