Cuando miras a través de las paredes,
cuando pasas sin tocar
por los espejos,
y el aire que se detiene en tus hombros
atropella sin pudor al viandante,
no gesticulas ni gritas
piedad,
aspavientos,
porque tus labios polizones
no son terrenales,
no están sujetos
a la legislación vigente.
Hay algunos lugares fuera de toda ley donde el único delito es no delinquir. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHola José. Qué gusto pasear por tus palabras como el viento sin que se te eche el radar encima.
ResponderEliminarBesos
Nada ha de haber más difícil que el don de la inimputabilidad.
ResponderEliminarUn beso grande, José.
SIL
Durisima realidad que nos imponen.
ResponderEliminarSolo nos queda la esperanza de que algun dia
cambie.. Beso Jose.